Damn the Torpedoes – Tom Petty and the Hearbreakers

Puedes tardarte toda la vida en presentar tu primer disco, literalmente puedes tardarte todo el tiempo del mundo para madurar tú y madurar las ideas; tu sonido, tu identidad como artista. Pero una vez que ha salido, independientemente de que al público le guste o no, debes apurarte a lanzar el segundo, porque uno no es suficiente para sostener una gira, por pequeña que sea. De modo que el primer disco se hace con todo cuidado y el segundo con prisas. Seguro a estas alturas alguien ha puesto mucho, pero mucho dinero en la banda y en el proyecto y van a presionarte todos los días para que trabajes, duro, muy duro. Bajo este esquema haces el segundo y si el primero no pegó y al recién salido el público aún lo está procesando, tienes una enorme deuda, la empresa discográfica encima y seguro te estás preguntando si tus capacidades son las adecuadas para la industria. Si eso fuera poco, la discográfica querrá tener más control sobre todos los aspectos de la banda: su sonido, su público, su imagen e incluso hasta sus integrantes.
Eso precisamente era por lo que pasaba Tom Petty en 1979. Tenía una larga y fructífera trayectoria como músico, pero no le estaba yendo bien en ventas como recién llegado a las grandes ligas; la cosa no estaba pegando, la música era buena pero también era temprano. Por si eso fuera poco, su contrato discográfico, ya de por sí malísimo para él, fue vendido como parte del sello Shelter Records a MCA. De modo que se armó el pleito por el divorcio y poder tener sus propios derechos de publicación. La bronca se hizo tan grande porque si Tom Petty ganaba sentaría el precedente en la legislación permitiendo que un artista controlara sus producciones.
En ese escenario y con dinero prestado se grabó el tercer disco de Tom Petty and the Heartbeakers, pero como en las grandes historias que nos gusta leer, entre la adversidad la ecuación tenía mucho talento de la banda y la producción de Jimmy Iovine (actual consultor de Apple y creador de Apple Music, por cierto), quien venía de trabajar como ingeniero del Burn to Run de Bruce Sprigsteen and the E Street Band.
Decir que Iovine es implacable, súper exigente, berrinchudo y genio productor es poco decir, por ejemplo: después de horas de trabajo en el estudio con la banda, llamaba a diario a Tom Petty para hacer un recuento de lo realizado ese día y para revisar los preparativos del día siguiente. Montones de cinta fueron ocupados para la grabación de la batería para cada una de las canciones, que se grababan una y otra vez. Las tomas debían ser perfectas, se dejaban reposar unos días y luego volvían a escucharse para ver si aún eran pertinentes al disco. Esa es la escuela que te deja trabajar con El Jefe Bruce. Así es como se hacen los grandes discos.
Entre las arduas sesiones de grabación y el pleito legal la banda pudo grabar rolones como Refugee, Here comes my girl, Even the loosers o Don´t do me like that (primera de la cara B, que a mi parecer debió haber sido la primera de la cara A), es decir, estamos hablando de un álbum que contiene tamañas canciones que bien pudieron haber salido aparte para impulsar otros discos enteros, giras completas. Es algo que pocas veces ocurre y esta vez fue posible.
Tom Petty, Mike Campbell, Benmont Tench, Ron Blair y el resentido Stan Lynch cumplieron con la leyenda del tercer álbum, el que consolida a las bandas. Aquí sabemos de qué están hechas. Damn the Torpedoes es el nombre del disco y también es la frase que sintetiza la sensación del momento “¡nos están torpedeando, a toda marcha!”.
Para ganar el pleito legal la banda tuvo que declararse en banca rota, lo cual era solo parcialmente cierto, y funcionó. Sin embargo, y como mismo Tom Petty, Mike Campbell y Jimmy Iovine declararan después (2009), “el jaleo empresarial no interfirió con la parte creativa”.
Y para comprobar que lo expresado aquí no está sesgado por la subjetividad que me invade cuando un álbum realmente me gusta, les propongo que se lo escuchen entero y saquen sus propias conclusiones. Traten de imaginarse que son Tom Petty con todas las broncas por las que atravesaba y además pensar en la exigencia de Iovine para exprimirle hasta la última gota. Este disco, particularmente, le cambió la vida entera a este par de sujetos, algo bueno debe de tener.
https://music.apple.com/mx/album/damn-the-torpedoes/1440860187
https://youtube.com/playlist?list=OLAK5uy_lGXW0aofOl-_6fh_hX9ZLQEnKneJs0qoA
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